30/08/2024 09:38 h.

Velas recicladas para dinamizar el comercio de proximidad

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Breve introducción

Contribuir a la economía circular y sostenible se está convirtiendo en una tarea de responsabilidad social. Al mismo tiempo, queremos seguir disfrutando de una vida llena en ocio y de la diversidad de consumo a que estamos habituados. Partiendo de estas premisas, muchas iniciativas empresariales están innovando en este ámbito los últimos años.

El deporte de la vela, las regatas, la navegación de ocio, las competiciones... se están popularizando cada vez más. Si bien es una manera de fomentar el deporte, la vida al aire libre y de retruque, la salud, también tiene consecuencias negativas como la generación de residuos, por ejemplo cuando por varios motivos hay que cambiar las velas que permiten navegar.

Conscientes de esta problemática, un grupo de gente apasionada de la vela, que se siente atraída por el vínculo único que conecta el barco, la tripulación y el mar, decidió que había que hacer algo para seguir disfrutando de la navegación preservando el planeta.

Plegados decidieron emprender la tarea de recuperar las velas inservibles, reciclarlas y convertirlas en objetos singulares, únicos, que ofrecerían al comercio de proximidad de la zona y decoraría los hogares de los habitantes de la localidad y llenaría los armarios. Así nació el 2005 la empresa 727 Sailbags.

Desde que se creó, la empresa tiene el objetivo de preservar el planeta y reducir tanto como sea posible el impacto sobre el medio ambiente. Con el paso de los años ha conseguido dar una segunda vida a las velas de barco que ya estaban demasiado viejas para seguir navegando y las ha transformado en bolsas de todo tipos, ropa de vestir y material de decoración para el hogar, entre otros. Así se consigue alargar la vida de los tejidos que antes eran velas y al mismo tiempo hacer valer la artesanía y el comercio de proximidad.

Producto singular

Si nos fijamos bien, hay muy pocas velas de barco que sean idénticas. En función del barco, de las aguas por donde tiene que navegar, de las condiciones de navegación que se hayan previsto... cada vela presenta unas particularidades y unos detalles específicos desde que se elaboraron.

A medida que hayan sido utilizadas, en función del tiempo que se hayan usado para la navegación por diferentes mares, los vientos que las hayan hecho trabajar y las reparaciones que se hayan hecho, cada una de ellas habrá cogido un aspecto singular.

A menudo los cambios de patrocinadores también tienen un papel en la hora de decidir reemplazarlas y marcan una etapa de su historia. Cada vela explica una historia: navegación, escalas en los itinerarios, tormentas, victorias, encuentros marítimos... Cada vela se convertirá en un tejido singular, único y cargado de historia.

Gestión operativa de la empresa

Todas las velas que se utilizan a la empresa su 100% recicladas. Cada día la empresa recoge velas usadas. Para recuperarlas, se ha creado una auténtica red de recogida donde participan navegantes de puertos deportivos, participantes de los equipos de competiciones de vela, de regatas, veleries y centros de alquileres de barcos.

Las velas en desuso recogidas se despliegan, se eligen con mucha cura, se etiquetan y se lavan (solo si es necesario y siempre con productos respetuosos con el medio ambiente y reduciendo el uso de agua).

Después, se pulen y se sacan las partes más deterioradas. Se hace con mucha cura para poder recuperar todas las cuerdas, gajos y mosquetones que sirven para maniobrar las velas y que pueden volver a servir para navegar, como objetos de decoración o para confeccionar nuevos productos.

Con todo este proceso se obtienen paneles de vela de una anchura equivalente a la de los tejidos utilizados a la industria textil. El proceso creativo es el inverso del de las colecciones de moda tradicionales: se parte del material que se ha recogido y a partir de aquí se imagina qué productos se pueden crear.

Cada año se recogen unos 65.000 #m² de vela y se llevan al taller de la empresa, ubicado a Lorient. Los espacios de trabajo están situados en el barrio de la antigua base de submarinos de Keroman, que actualmente agrupa todo un ecosistema alrededor de la náutica y de las regatas.

Producción y oferta

Además de este taller a Lorient, también se recurre a la profesionalidad de talleres de tejer y de confección, que son siempre pequeñas y medianas empresas con las cuales se establecen relaciones comerciales estrechas y durables en el tiempo.

Todos los productos elaborados respetan las normas Oeko-Tex, y se controlan sistemáticamente los certificados en conformidad con las normativas medioambientales. Así mismo, todos los productos creados llevan un certificado que da crédito del origen de las velas. A las piezas destinadas a las bolsas y a la decoración, el certificado de origen recoge la historia de la vela reciclada e indica el número de la pieza y el número de productos confeccionados con la misma vela.

La oferta que propone la empresa es muy variada: fundas para almohadas, para bancos de jardín o fundas de sofá, coixineres, pufs, mantel, servilletas, cortinas, asientos de lona de vela, mochilas, paneras, muchos tipos de bolsas de mano, jerseys, ropa... Toda la oferta es exclusiva e irrepetible. Son piezas sólidas, únicas y durables. Siempre se busca la elegancia de las líneas y se otorga mucha importancia a la belleza de las diferentes creaciones.

Según la demanda de la clientela, también se hacen creaciones personalizadas, como por ejemplo bolsas de mano, regalos de empresa personalizados o creaciones para acontecimientos.

Los productos se pueden adquirir en linea o en las diversas tiendas de proximidad francesas (a Lorient, Vannes, La Trinité-sur-Mero, Sarzeau, Saint-Malo, Nantes, Saint-Martin-de-Ré, La Baule-Escoublanc o Arcachon) y en los EE. UU. (Annapolis o Stuart).

Socios de acontecimientos náuticos

727 Sailbags está comprometida con las competiciones de vela y es socia de acontecimientos náuticos como la Vendée Globe, la Route lleva Rhum, la Solitaria Le Figaro, el Bol de Oro Mirabaud en Ginebra o lo Classic Week de Mónaco.

También acompañan marineros con los cuales comparten el deseo de conocer mejor el universo de la vela y del mar.

Fácilmente extrapolable

En nuestro territorio tenemos muchos kilómetros de costa, muchos puertos deportivos y de mercancías, muchas barcas de vela... un deporte que se practica cada vez más.

Recuperar las velas porque tengan una segunda vida acontece una tarea interesante que puede contribuir a incrementar la concienciación sobre la preservación del medio ambiente, a crear nuevos puestos de trabajo y a dinamizar el comercio de proximidad.

Está funcionando muy bien allá donde se inició hace casi veinte años. Se podría crear una marca exclusiva, de diseño única y original, en la cual participen buena parte de los puertos existentes en el territorio, y contribuiría de retruque a crear puestos de trabajo dentro de una economía circular y sostenible.