Entrevistamos a Albert Vendrell Roca

Jefe de la Sección de Apoyo a la Gestión Energética Local
Gerencia de Servicios de Medio Ambiente
Área de Acción Climática


 

¿Qué sentido tiene en el contexto actual la redacción de un Plan clima?
Ya hace unos años que la crisis climática está en el centro de la opinión pública, con razón, y la Unión Europea ha hecho bandera. En este contexto, el septiembre de 2019, el pleno de la Diputación de Barcelona aprobó su declaración de emergencia climática, y el año siguiente, como una derivada de coherencia, el Plan de mandato 2020-2023 escogió el Plan de Energía y Clima como uno de sus 22 proyectos transformadores. Actualmente, se están desarrollando los estudios de base necesarios para la redacción final del proyecto, bajo la nueva denominación Plan clima. Vale a destacar, pero, que el Plan clima no aparece en un baldío sensibilidad de la institución. Ya hace mucho de tiempo que la Diputación de Barcelona lleva a cabo una tarea muy importante de reducción de consumos energéticos, de agua y de producción de residuos en los edificios corporativos mediante el Plan de Optimización de Recursos, que el 2021 cumplió 15 años. Desde otro punto de vista, el escenario creado por los fondos europeos Next Generation crea un contexto muy favorable a la implementación del Plan Clima, puesto que han venido para financiar inversiones como las que prescribe el Plan.

¿Qué aportación puede hacer la experiencia de vuestra Área de Acción Climática?
El Plan, como proyecto institucional que es, tiene el impulso del Área de Presidencia, pero nuestra Área de Acción Climática ejerce la función de oficina técnica. El Plan Clima tiene los cimientos en la iniciativa del Pacto de las Alcaldías por el Clima y la Energía que nació a Europa al 2008 y que, a diferencia otros programas dirigidos a los estados o en las regiones, apela explícitamente a los entes locales. Por eso, nuestra Área se involucró con fuerza y desde el inicio hemos estado pioneros a Europa como coordinadores del Pacto. Hemos acompañado más de 260 municipios, con apoyo económico y técnico, en la redacción de sus planes de energía sostenible y clima y en la implementación de las acciones que se han derivado. Esta experiencia de “puertas en fuera” nos ha estado muy útil para coordinar la redacción del Plan Clima. Y digo coordinar porque el Plan es el resultado de un trabajo transversal, de todas las áreas, a pesar de que, por razones técnicas manifiestas, algunas, como por ejemplo Infraestructuras y Espacios Naturales o Recursos Humanos, Hacienda y Servicios Internos, nos hemos involucrado más a fondo.


¿Cómo puede participar el personal de la corporación?
En esta primera fase del Plan, el personal de las áreas más implicadas tendrá una incidencia mayor. Mucha gente ya ha participado directamente en los estudios de base y en la configuración del Plan, a través de varias reuniones destinadas a coger la visión de la situación actual y las líneas de actuación necesarias para lograr los objetivos. En una segunda fase, la que tiene que abordar la actividad directa de la corporación, esta participación llegará al grosor de los trabajadores con una serie de mecanismos que los permitirá de participar. Hay que tener presente que la participación es uno de los principios que inspiran el Pla y probablemente la clave de su implementación.