Edificio del Reloj
Ubicación
Edificio del Reloj
Calle del Conde de Urgell, 187, 08036 Barcelona, tel. 934 022 052
Horarios:
De lunes a viernes de las 8 h a las 20.30 h
Sábado y domingo cerrado
Acceso:
Metro: Línea 5 - Hospital Clínic
Autobús: N12, V21
El origen
En su origen fabril el actual edificio del Reloj, anteriormente llamado Edificio Grande, había acogido las naves de hilatura, pero a lo largo del siglo XX recibió diferentes usos. Durante los primeros dos años de la Mancomunidad de Cataluña, entre 1914 y 1915, se llevaron a cabo las obras en el Edificio Grande, destinado en las escuelas de ingenieros y arquitectura. La reforma, dirigida por el arquitecto Lluís Planas i Calvet, supuso por un lado la apertura de un gran patio central en el interior del edificio, la actual Sala Noble, que permitía una mejor iluminación de los aposentos y, de la otra, la monumentalització de la fachada, para dejar claro que se trataba del edificio principal del conjunto de Can Batlló y no solo el más grande. A la vez, a la fachada de la calle Conde de Urgell se unieron las ventanas del segundo y el tercer piso colocando entre ellas relevos escultóricos.
AGDB. Fondo: Diputación de Barcelona. Autoría: Josep M. Sagarra y Plana, 1926.
La negativa de la Escuela de Ingenieros a trasladarse al Recinto el 1917 hizo replantear el proyecto inicial de ubicación en el Edificio Grande, hecho que comportó dar cabida a escuelas e instituciones dependientes del Patronato de la Escuela Industrial, de la Diputación y de la Mancomunidad. Entre estas escuelas que se alojaron entre 1915 y 1921 hay que mencionar la Escuela de Bellos Oficios en el primer piso, para la cual se pensó posteriormente otra ubicación (que acabaría estando entre la antigua sala de Telares y la Escuela del Trabajo y ante la Escuela de Agricultura); la Escuela de Bibliotecarias, el Laboratorio de Psicología, el Patronato de Estudiantes, la Escuela de Enfermeras, el Instituto de Electricidad y Mecánica Aplicadas o el Consejo de Pedagogía y el Servicio Meteorológico.
AGDB. Fondo: Diputación de Barcelona. Autoría: desconocida. Escuela de Enfermeras Auxiliares de Medicina, c. 1918-1923.
La Escuela de Bibliotecàrías
El 1915 el edificio del Reloj acogió la Escuela de Bibliotecarias, que formaba al personal femenino que tenía que trabajar en la red de bibliotecas populares impulsadas por la Mancomunidad. La Escuela, pionera en todo el Estado español y la segunda a toda Europa, fue fundada por Eugeni de Ors y en las primeras clases solo se matricularon ocho chicas. Mantuvo la sede al Reloj hasta la disolución de la Mancomunidad el 1924. La Escuela fue restablecida el 1930 y ocupó otro emplazamiento a la planta baja del edificio de la Diputación de Barcelona, en la plaza de San Jaime, hoy Palau de la Generalitat, y posteriormente en la Escuela Superior para la Mujer.
Los laboratorios técnicos
La Mancomunidad de Cataluña siempre mostró gran interés para disponer de un conjunto de laboratorios técnicos. Los laboratorios eran concebidos como un medio para hacer fructificar los trabajos de la Universidad Industrial y, a la vez, para prestar servicios tecnológicos a las administraciones. Con la creación del Instituto de Electricidad y Mecánica Aplicadas el 1917, que completaba el abanico de enseñanzas técnicas de todas las especialidades técnicas industriales de la época que se habían proyectado desde comienzos de siglo XX, el alcance de los laboratorios en funcionamiento era ya fuerza importante, pero todavía se amplió más. La voluntad final era unir la tarea docente con la investigación al servicio de la industria.
El Instituto de Electricidad y Mecánica Aplicadas, bajo la dirección del físico, matemático e ingeniero Esteve Terrades Illa, incorporó el 1921 el Laboratorio de Acondicionamiento Textil, que de hecho había sido el primer centro instalado a la parte posterior del antiguo edificio de Hilatura, a tocar de la chimenea en la calle Rosselló el 1909.
El 1922 se creó el Laboratorio General de Ensayo y Acondicionamiento, a la planta baja del edificio del Reloj, como laboratorio oficial de la Escuela Industrial al servicio de la docencia y la sociedad, para poder hacer análisis y pruebas de toda clase de materiales. El nuevo espacio comprendía cinco secciones de laboratorios: los del Instituto de Electricidad y Mecánica Aplicadas, los del Instituto de Química Aplicada, los de los Servicios Técnicos de Agricultura, los de la Escuela de Curtiduría y los de la Escuela Textil.
AGDB. Fondo: Diputación de Barcelona. Autoría: desconocida. Laboratorio de la Escuela Superior de Agricultura, c. 1930.
Por primera vez, los sectores económicos catalanes disponían de un laboratorio público donde obtener certificaciones de calidad de los productos adquiridos al extranjero. Todo ello evidenciaba el maduro nivel de desarrollo industrial que Cataluña había desplegado durante el primer tercio de siglo.
La Escuela de Ingenieros Industriales
Durante los años de la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) el Edificio Grande fue habilitado para dar cabida en la Escuela de Ingenieros Industriales, un proyecto que se había aprobado diez años antes y que se consumó finalmente el 1927. Por su parte, el Laboratorio General de Ensayo y Acondicionamiento fue segregado de la Escuela y aconteció laboratorio general independiente.
La Biblioteca General y de Referencia
El 1933, ya durante los años de la Segunda República española, se construyó la biblioteca, hoy conocida como Biblioteca General y de Referencia, con el fin de satisfacer las necesidades documentales de los técnicos de la administración local. Hay que destacar la puerta que todavía conserva la carpintería original con los vitrales decorativos. Hoy la biblioteca dispone de una colección especializada en administración pública con más de 10.000 documentos.
Reformas
El edificio del Reloj se reformó el 1968. El arquitecto Camil Pallàs fue el responsable de las obras, que comportaron también la instalación del Servicio de Planificación Urbanística Comarcal, así como la Comisión Provincial de Urbanismo y los servicios de Cartografía y Planimetría.
Casi veinte años después, el 1986, y dentro del Plan de adecuación y ordenación de la Universidad Industrial, aprobado por la Diputación de Barcelona, el edificio fue nuevamente rehabilitado, en este caso bajo la dirección de los arquitectos Joan Margarit y Carles Buxadé. Se vació todo el edificio y se consolidó la estructura, respetando los elementos constructivos originales.
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