Retos de futuro

El mes de marzo de 2023 la Gerencia de Infraestructuras viarias y Movilidad organizó el congreso De caminos a carreteras y calles: la evolución de la red viaria local. A la Gerencia siempre se ha conceptualizado un congreso como una oportunidad de evolución, de reflexión compartida con el mundo local y administraciones similares a la nuestra en materia de gestión de carreteras, para consensuar y establecer un paso adelante, pensar en qué tienen que ser las ideas fuerza que tienen que guiar la tarea de gestión de esta red local de carreteras a los próximos años.

El último congreso que se había organizado con esta intención fue en 2018 y fue un gran referente por nuestra gestión a los últimos 15 años.

A menudo, la tarea más apasionante y enriquecedora de un congreso de estas características es la preparación, se trata de que a lo largo de la celebración del congreso se recojan los frutos de este trabajo previo. Durante la preparación del congreso fueron saliendo progresivamente, y en colaboración con los ponentes elegidos, las tres grandes ideas orientadoras, a nuestro entender, de la gestión de las carreteras a los próximos años:

  • La humanización
  • La naturalización y descarbonización
  • La digitalización

Estos tres vectores su también la orientación fundamental de las prioridades de la Unión Europea por los próximos años en el marco de los fondos NEXT EU, en los que se posa en valor sobre todo la evolución hacia una movilidad más limpia y menos motorizada, la lucha contra el cambio climático y la disposición de infraestructuras resilientes, la conservación de los valores naturales, la descarbonización y la digitalización.

A continuación se detallan cada uno de estos ámbitos, de acuerdo con las conclusiones del congreso.

 

Humanización de la red de carreteras

La idea de una gestión humanizada de la red local de carreteras ya forma parte de nuestro talante desde hace años. Una gestión próxima al ciudadano a través de sus ayuntamientos, sensible a las necesidades de las personas, de los peatones y los ciclistas, de los usuarios vulnerables, y también a las necesidades de seguridad y fiabilidad del usuario motorizado. Siempre intentando no perder de vista que la red local sirve en general a recorridos de corta y media distancia y a menudo son el apoyo de una micromobilitat muy importante, la que comunica las equipaciones o lugares generadores de actividad más próximos a los cascos urbanos, la que sirve para #acercar a la natura, al goce en tiempo de ocio, etcétera.

Pretendemos aprender de la experiencia urbana en la transformación del espacio público urbano, con muchas experiencias en las que también hemos participado a los últimos años, para extrapolarla a los ámbitos periurbanos e interurbanos, dotando las carreteras de ciertas equipaciones para facilitar la movilidad de los peatones y ciclistas, el acceso al transporte público, y hacerlo con seguridad y calidad.

Por lo tanto, la carretera sirve por mucho más que por su uso de los vehículos a motor. Estas transformaciones son fundamentales para prestar nuevos servicios de calidad a la ciudadanía, están en la línea de las demandas ya actuales de los ayuntamientos, y constituyen el camino que nos tiene que acercar al concepto de la carretera como un espacio público, como calles del territorio.

Por nosotros forma parte de esta humanización de las carreteras, el reconocimiento y valorización del patrimonio cultural y construido asociado a las carreteras, especialmente a estas infraestructuras que son históricas, evoluciones de antiguos caminos y rutas de comunicación inmemoriales, algunas de las cuales atesoran, en sí mismas, valores que hay que conocer, reconocer y conservar.

La humanización: principales ideas fuerza:

  • Hay que seguir mejorando la seguridad viaria para garantizar que la red local sea un apoyo para los diferentes modos de transporte, el goce, el ocio y el deporte.

  • La humanización tiene que buscar el atractivo para las personas usuarias del transporte colectivo y los modos activos.

  • La humanización de la red local tiene que encontrar su máxima expresión en las travesías, donde hay que conseguir que acontezcan un espacio de relación.

  • Hay que proteger el patrimonio de la propia red local de carreteras para contribuir a satisfacer las necesidades inmateriales de las personas.

La red local de carreteras se tiene que convertir en un espacio de comunicación seguro, funcional y atractivo para las personas.


 

Naturalización y descarbonización

Un segundo concepto de transformaciones necesarias para evolucionar hacia una visión de la red local como calles del territorio hace referencia a la cura y la integración con el entorno donde se inserta la infraestructura, así como en la introducción de la naturalización de los márgenes de las carreteras en tramos interurbanos y la introducción de elementos naturales dentro de los ámbitos urbanos de las carreteras.

Si bien las velocidades de proyecto, los radios de curvatura o las secciones de las plataformas de la red local de carreteras tienen poco a ver con otras grandes infraestructuras viarias, todavía hay diferentes aspectos que hay que mejorar para responder mejor a los retos ambientales contemporáneos. Ejemplos en este sentido serían la protección de la biodiversidad o la recuperación de tramos arbolados –como elementos funcionales, paisajísticos y patrimoniales. Además, también se plantea el reto de la descarbonización de la actividad gestora de la red, realizando las compensaciones necesarias para acontecer neutras en las emisiones asociadas a la gestión en un horizonte temporal que no tendría que ser muy lejano. En este sentido, se prevén directivas europeas que pueden ser cada vez más exigentes y creemos que más allá del marco normativo que tengamos, la descarbonización de la actividad de las administraciones públicas tiene que ser vocacional y referencial, tal y como recoge el Plano Clima de la Diputación de Barcelona

A los ámbitos urbanos, tenemos que actuar en la línea de la actuación urbana ejecutada por los ayuntamientos a los últimos años, con una clara incorporación de los elementos naturales al espacio público, como un elemento esencial, funcional, orientado a mejorar la percepción y calidad de vida de los usuarios, muchos de ellos peatones, que no solo se mueven a lo largo de la carretera sino que viven y la usan como un espacio público más.

La conservación de la biodiversidad es uno de los retos contemporáneos más importantes de nuestra sociedad. Nos queremos pedir qué pueden hacer las carreteras para colaborar en la consecución de este objetivo. En este campo hay mucho para hacer, en primer lugar , que desde la gestión de la carretera se conozcan los valores a conservar, adopción de políticas favorecedoras de las especies que viven junto a las carreteras, disminución del efecto barrera de la carretera en lugares singulares, detección y adopción de medidas para disminuir la mortalidad de determinadas especies al cruzar la vía, etcétera.

Históricamente, y a menudo teniendo como origen la época en la que por las carreteras transitaban vehículos sin motor, se han plantado árboles a ambos lados de algunos tramos de carretera. Estos arbolados en hilera, también llamados bosques lineales, tenían como objetivo aportar sombra a los viajeros. Durante los años en los que las carreteras se han usado de manera casi exclusiva por los coches y los camiones, estos bosques lineales han perdido gran parte de su función original, además de constituir elementos a menudo reductores de las condiciones de seguridad viaria de las carreteras, con usuarios que cada vez iban a mayor velocidad.

El hecho de que cada vez vayamos reconociendo la existencia de peatones y ciclistas a las carreteras, por los cuales es fundamental la existencia de espacios arbolados que aporten sombra, la voluntad creciente de la conservación de los valores naturales e incluso entender algunos de estos bosques lineales como elementos patrimoniales a conservar, pueden dar una oportunidad a los árboles en hilera. Se trata de un reto importante que se tiene que abordar con cuidado y plena conciencia , puesto que tiene que ser en cualquier caso compatible también con la mejora de la seguridad de las infraestructuras, la lucha contra la siniestralidad y la visión cero a las políticas de seguridad viaria.

La descarbonización es una nueva variable en la gestión sostenible de la red viaria, que surge de un mandato legal y social. A pesar de los retos tecnológicos que significa a corto, medio y largo plazo, o se aborda esta cuestión o colectivamente habrá que pagar por las emisiones. El reto, pues, no rae únicamente al reducir emisiones, sino también al buscar posibles compensaciones.

La descarbonización forma parte de las previsiones del Plano Clima de la Diputación de Barcelona, está totalmente alineada con los ODS y ha pasado a formar parte de la agenda de las administraciones gestoras de carreteras más innovadoras.

La naturalización: principales ideas fuerza:

  • Es necesaria la naturalización de las travesías para mejorar el entorno urbano y el bienestar de las personas.
  • La conservación de la biodiversidad es uno de los principales retos a considerar en la gestión y planificación de la red local de carreteras.
  • El arbolado no es un mero elemento icónico y ornamental de las carreteras, sino que hay que potenciarlo como elemento de naturalización.
  • La descarbonización de la red se erige como un nuevo mandato legal y social.

La red local de carreteras tiene que dar respuesta a los principales retos ambientales de conservación de la biodiversidad y descarbonización.


 

Digitalización

Las calles de pueblos y ciudades, y la red local de carreteras, comparten el reto de emplear las oportunidades que las nuevas tecnologías posan al alcance. Así, la digitalización acontece una herramienta que tiene que apoyar a los diferentes retos de modernización de la red de calles y carreteras locales, permitiendo nuevas maneras de trabajar, gestionar y hacer uso de esta.

La digitalización, por lo tanto, no consiste en una transformación física de la propia red, sino en una transformación de las formas de trabajo y uso de esta. En este sentido, hay que tener presente no solo la digitalización de la gestión interna de la red, sino todo un abanico de nuevas posibilidades que actualmente se están explorando. Un buen ejemplo lo ofrece la sensorització de la red, para obtener parámetros que permitan mejorar la seguridad de las personas usuarias y la gestión de la carretera. O todavía más: para potenciar la circulación de vehículos conectados.

Otra vertiente de la digitalización es la que hace referencia al uso de la infraestructura como canal de distribución de datos, nos gusta hablar de los datos como un usuario más de nuestras carreteras. En este sentido, la Diputación lleva ya 6 años extendiendo canalizaciones de fibra óptica por el territorio, priorizando de manera coordinada el acceso a la fibra óptica de pequeñas localidades que sin la acción pública sería muy difícil que pudieran disfrutar de estos servicios.

La digitalización de la gestión de las carreteras está relacionada también con la información a los ciudadanos, la transparencia y objetividad en la gestión, la colaboración entre administraciones y una relación más ágil con los municipios y los ciudadanos.

En definitiva, si bien la experiencia de la Diputación de Barcelona en este campo es todavía incipiente, no se puede obviar el papel que también puede jugar la red local en este sentido.

La digitalización: principales ideas fuerza:

  • El principal objetivo de la digitalización es la aportación de conocimiento para poder optimizar los recursos.
  • La digitalización de la gestión interna permite optimizar las tareas de mantenimiento y ejercer un mejor control sobre la calidad de estas.
  • La instalación de fibra óptica a las carreteras es la opción de transmisión de datos que permite la conexión a tiempo real con mayor fiabilidad.
  • La novedad que significan todos estos aspectos requiere de una cooperación interadministrativa para avanzar en modelos unificados.

La red local de carreteras tiene que incorporar la digitalización al servicio de la necesaria humanización y naturalización de la red.